Parece que ya queda menos de este largo y tedioso confinamiento permanente. Parece que ya vemos luz al final del túnel. Parece que pronto podremos retomar poco a poco nuestra vida habitual. Parece…

Lo que no parece es que a esto se le haya podido llamar la experiencia más grande de teletrabajo jamás vista. La experiencia que todas las empresas necesitaban para comprobar que el teletrabajo es una opción y que los equipos funcionan. La experiencia que demuestra que el teletrabajo es el futuro.

Los motivos que nos han llevado a testar el teletrabajo de manera forzosa y las circunstancias en las que la gran mayoría de la población ha experimentado por primera vez el teletrabajo, distan mucho de lo que realmente es, de lo que aporta y de todos sus beneficios.

A lo largo de estas semanas hemos podido leer infinidad de artículos con consejos o recomendaciones para gestionar correctamente el teletrabajo y sobrellevar las dificultades que conlleva. Y he de decir que la gran mayoría de ellos muy acertados, por no decir todos ellos.

Ahora bien, lo que no he podido leer en ningún sitio es que, claramente, esta experiencia no es teletrabajo. Sí, has leído bien, no lo es. Y te diré porqué:

  • Trabajar en casa durante el día, con toda la familia (quien tenga) metida en la vivienda, no suele ser lo habitual. Y si tienes niños o adolescentes, que te voy a contar.
  • Trabajar en casa teniendo que mantener las actividades escolares de los más pequeños ¡Al mismo ritmo! (¿estamos locos o qué?), no es lo que ocurre cuando los colegios están abiertos.
  • ¿Tienes un espacio adecuado? No todo el mundo dispone de una habitación o despacho para poder trabajar correctamente, hacer llamadas o video llamadas y, en definitiva, marcar la diferencia entre lo que es trabajo y lo que es hogar.
  • Trabajar en casa todo el día, sin poder salir a pasear, hacer deporte, tomar el aire, despejar la mente y oxigenar el cuerpo está lejos de lo que es sumamente necesario hacer varias veces al día cuando trabajas en casa.
  • Trabajar en casa sin poder cambiar de escenario ni durante la semana, ni durante el fin de semana, es simplemente para volverse locos.
  • Trabajar en casa con la incertidumbre profesional de tu trabajo, económica de qué pasará con mi empresa o, incluso, qué pasara con la economía nacional, no es lo más aconsejable para disfrutar de la experiencia del teletrabajo.
  • Por último, aunque podría añadir bastantes más pero no te quiero aburrir, trabajar en casa con el miedo a la salud y a este dichoso virus, o a lo mejor habiéndolo sufrido de cerca en primera persona o con algún ser querido, no te deja en la mejor de las situaciones en términos de concentración y tranquilidad diaria.

Por todas estas razones, y muchas más, lo que hemos vivido en estos ya meses no se puede llamar experiencia verdadera de teletrabajo. Dista mucho de la realidad. Es cierto que se ha probado que las tareas, los proyectos y muchos de los objetivos pueden salir y han salido hacia delante. Pero a qué precio.

El desgaste físico de los trabajadores, y especialmente el desgaste mental, ha sido y está siendo enorme. El estrés acumulado durante este periodo de confinamiento, en mayor o menor medida, está ahí. Las empresas deben hacerse cargo de ello y ayudar o facilitar a todos sus equipos a una pronta recuperación. Se deben de tomar y ofrecer acciones para facilitar la superación de esta odisea que nos ha tocado vivir.

Ahora, cuando poco a poco se vaya retomando de nuevo la actividad en comercios, cuando poco a poco el ir a la oficina vuelva ser algo habitual, cuando los que retomen de nuevo sus trabajos puedan compartir espacios con sus compañeros, ahora, más que nunca, el deporte y la actividad física se presentan como los mejores aliados para ayudar y facilitar a una pronta recuperación de todos los equipos. No lo olvides.