Quien nos iba a decir hace un año, hace dos meses, hace seis semanas, que íbamos a estar en esta situación de confinamiento, de aislamiento, de parálisis casi total. Quien nos iba a decir que el mundo tal y como lo conocíamos hasta ahora, moviéndose a una velocidad de vértigo, con agendas que echaban humos en una gran cantidad de todos nosotros, pensando en objetivos individuales por aquí y por allí, se iba a detener de esta manera tan abrupta. Si alguien nos lo hubiera comentado le habríamos tachado de, cuando menos, fatalista y agorero.

Pues así es. Desde hace ya tres semanas aquí estamos, en nuestras casas la gran mayoría de toda la población. Unos sin posibilidad de teletrabajar, otros sufriendo un ERTE de sus empresas ante tal descalabro económico que se avecina, otros sin parar de trabajar y con agendas locas a pesar del confinamiento, otros lidiando con situaciones muy complicadas personales y/o familiares, otros, lamentablemente, sufriendo las consecuencias sanitarias de esta situación, otros…

Igualmente, cada uno de nosotros estamos viviendo en muchos casos toda esta situación pensando fundamentalmente en el yo. Mi familia, mis amigos, mi trabajo, mi futuro, mi… Y no es para menos. Las cosas no están fáciles y, previsiblemente, no lo van a estar en unos meses y, quien sabe, si algo más de tiempo.

Pero no es menos cierto que a lo largo de estos días, de estas semanas, hemos visto un gran número de iniciativas o acciones para ayudar y colaborar a paliar o luchar contra esta crisis. Tanto individuales, como de empresas o colectivos, hemos vistos ya muchos casos. He quedado muy sorprendido con algunos de ellos. Impresionante y mi enhorabuena para todos ellos.

Y tú, ¿formas parte de ese grupo de personas que ante estas circunstancias has dado un paso al frente y has querido colaborar, más allá de quedándote responsablemente en casa? Si la respuesta es no, todavía estás a tiempo.

Os invito a que cada uno piense y encuentre cómo puede ayudar algo más ante esta situación. Que cuando miremos hacia atrás a esta época uno pueda decir, “yo también ayudé”. Tal vez ofreciendo ayuda a tus vecinos mayores para hacerles la compra, tal vez donando una pequeña cantidad para la compra de material sanitario, tal vez ofreciendo ayuda económica a un familiar o amigo, tal vez conectando a gente que más que nunca lo necesita en estos momentos sin esperar nada a cambio, tal vez…

No importa el qué, lo importante es el cuándo. No esperes más, si todavía las circunstancias te han llevado a estar algo bloqueado o preocupado de otras, seguro, necesarias responsabilidades, no pasa nada. Aún estás a tiempo. Piensa de qué manera puedes ayudar a otros, piensa en qué puedes hacer para fomentar y poner en valor más que nunca la colaboración y actúa. No te arrepentirás.

Hoy más que nunca es tiempo de Nosotros, es tiempo de Comunidad, es tiempo de Colaboración, es tiempo de AYUDAR.

P.D.: este artículo no se refiere al resto de la población que estáis en primera línea combatiendo y, en muchos casos, sufriendo ante este virus. Me refiero a todos a aquellos colectivos como médicos, sanitarios, personal de hospitales, transportistas, personal de supermercados, farmacias, cuerpos de seguridad del estado, ejército, agricultores y ganaderos, y algunos más, para los cuales quiero agradecer su dedicación y entrega en estos difíciles momentos. Muchas gracias.