Llevo toda mi vida practicando deporte y todavía recuerdo como hace no muchos años que las mujeres practicaran deporte con cierta regularidad, o que simplemente lo practicaran, era una cosa extraña. Era raro encontrarse a alguna corredora a las 09:00 de la mañana un sábado en el parque del Retiro de Madrid (sólo las llamadas “machacas” se dejaban ver).

Afortunadamente las cosas han cambiado mucho en este sentido y cada día podemos ver gran cantidad de mujeres corriendo por los parques, los gimnasios y centros deportivos repletos de ellas practicando todo tipo de modalidades (hasta el boxeo, sin ningún complejo) e incluso algunos centros específicos para mujeres.

Como deportista convencido, como deportista laboral, me alegra enormemente que haya ocurrido. Ver como cada vez hay más mujeres en el sector, con independencia de la actividad o deporte; ver carreras para mujeres que se llenan de miles y miles de participantes es simplemente, fantástico.

Sin embargo, cuando entramos algo más en detalle, cuando entramos a ver y hablar de la Conciliación Deportivo Laboral (que incluye la conciliación familiar, por supuesto) vemos que siguen muchas limitaciones para las mujeres y el viejo paradigma de que la mujer se encarga de la casa y los niños todavía planea por numerosas familias u hogares.

Vivimos en un periodo donde la economía colaborativa en el ámbito profesional y de los negocios cada día coge más fuerza. Donde la colaboración entre todos los agentes intervinientes se hace más necesaria que nunca. Donde el concepto “co” marca la diferencia en muchos casos entre el éxito o el fracaso. Donde antes de pedir, has de dar y colaborar.

Pues bien, este concepto “co”, que tan necesario es en el entorno profesional y de la empresa, y que en muchos casos ya se practica con éxito en nuestras carreras, debemos hacerlo extensivo a nuestras familias y hogares. Para mantenernos activos y en forma debemos tener “todos” una cierta parcela de tiempo diaria (o casi diaria) para el ejercicio y la actividad física. Eso significa que, a menos que vivas sólo, las tareas de las casa, compras en el supermercado y el cuidado de los niños (quien los tenga) deben estar regidos por el mismo principio de economía colaborativa.

Si queremos que la Conciliación Deportivo Laboral sea una realidad, si queremos que cada vez más empresas y mandos tomen conciencia de la importancia del deporte y la salud entres sus profesionales, debemos empezar desde casa. Debemos empezar dando ejemplo y practicar la economía co-deportiva para que cada vez haya más deportistas laborales que disfrutan y practican su actividad física favorita también durante la semana y no solo en un rato robado al fin de semana.

Así que, durante la semana, intenta hacer deporte, comprar en el supermercado y practicar la economía co-deportiva.