Nuevo curso, nuevos retos. ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? Parece que después de las vacaciones de verano y ese merecido descanso estás obligado a comenzar o retomar algún nuevo reto: mejorar un idioma, apuntarse al gimnasio, leer más, buscar cambiar de trabajo, etc. Parece que necesitas que los más pequeños afronten sus retos del nuevo año escolar para que nosotros despertemos de nuestro letargo y nos pongamos en marcha.

¿Y por qué ocurre esto? ¿Te los has preguntado alguna vez? En verano disfrutamos de más tiempo libre, disfrutamos de grandes espacios de tiempo en el que nuestra mente no debe estar centrada en las obligaciones del trabajo y del día a día y, naturalmente, da rienda suelta a su imaginación. Comenzamos a pensar, consciente o inconscientemente, en todo aquello que nos hace vibrar, que nos mueve algo por dentro, que durante el año tenemos apartado en un rincón de nuestra mente sin darnos cuenta. Ese tiempo de libertad y de tranquilidad nos permite replantearnos muchas cosas, enfocar la vida y su realidad desde nuevos puntos de vistas, nos da espacio para algo más allá del ahora y del “esto es lo que hay”.

La Conciliación Deportivo Laboral es lo que nos trae todas las semanas. Al igual que en verano somos capaces de parar y plantearnos nuevos retos, el deporte y su práctica diaria nos permite tener momentos diarios de libertad y lucidez mental a un nivel mucho más creativo y descontraído. Nos permite salir de la presión de las obligaciones de todo tipo a las que normalmente estamos sometidos para resetear y refocalizar desde nuevos puntos de vista. Nos da un aire fresco, nos despierta el cerebro y su riego, nos activa los músculos y relaja tensiones.

Entonces, ¿vas a esperar al nuevo curso para cambiar aquello que quieres cambiar? ¿o vas a practicar la Conciliación Deportivo Laboral?

Si prácticas deporte a diario o realizas alguna actividad física, pronto sentirás de lo que hablo y te darás cuenta de que cada día, cada semana empieza un nuevo curso.

Y si eres empresa y quieres que tus equipos den lo mejor de sí, consigan grandes logros y en el camino lo disfruten y sean felices, plantéate introducir como parte normal de las tareas semanales la práctica de algún tipo de actividad física (en el lugar de trabajo o dando facilidades para su práctica en otras ubicaciones). La misión de la empresa puede que no llegue antes, pero tu equipo estará mejor preparado para afrontar el camino, eso, sin duda.