En el metro, con el móvil. En el sofá, con el móvil. Esperando a una reunión, con el móvil. En el tren, con el móvil. Y lo que es peor… Corriendo, con el móvil. En el gimnasio, con el móvil. Estirando, con el móvil. Y así un largo etc.

Hoy en día nos hemos acostumbrado a no despegarnos de este pequeño artilugio, a estar enganchados a él, sin el cual parece que no somos nadie. Y cuando lo hacemos, cuando por fin nos separamos, lo sustituimos por el ordenador.

Tal vez esté exagerando un poco, o no, pero ésta es la realidad de muchas personas de hoy en día. Estamos permanentemente conectados, recibiendo estímulos externos, que nos hacen muy difícil evadirnos y desconectar. Esto hace que nuestro cerebro no descanse como debe y esté tan saturado de información, tan infoxicado, que poco o nada de espacio queda para desarrollar, innovar, crear, dejarse ir.

En el deporte siempre se habla de la importancia del descanso, de la dieta. Se dice que son los entrenamientos ocultos. De nada sirve entrenar a diario, doblar en muchos casos, si no dejamos espacio al cuerpo para parar y recuperar.

Con la Conciliación Deportivo Laboral ocurre exactamente lo mismo. Hacer deporte, practicar alguna actividad física regularmente es fundamental para poder rendir más y mejor en el trabajo; para que nuestra productividad crezca sin darnos ni cuenta. Ahora bien, igual que debemos activar nuestro cuerpo, debemos activar nuestra mente. ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste tranquilamente en una cafetería, en casa, con un cuaderno y un bolígrafo? Sí, cuaderno y bolígrafo, no laptop y móvil. Nuestra mente nos lo agradecerá.

Está muy bien ser digital, claro, pero no debemos olvidar que si queremos rendir mejor, ser más productivos, también tenemos que parar. O mejor dicho, tenemos que usar ese maravilloso recurso de escribir a puño y letra, nos estamos olvidando de él. Pensar, organizar, crear, definir estrategias desde lo no digital. Al igual que cuando paseo al aire libre se producen una serie de reacciones en mi cuerpo que me ayudan a sentirme mejor y más relajado, cuando utilizo lápiz y papel, cuaderno y bolígrafo, nuestra mente se transforma sin darnos cuenta, se centra de una manera que teníamos olvidada, se relaja, y aparecen ideas, planes, opciones con las que no contábamos.

Por eso, lleva contigo siempre un cuaderno y bolígrafo y prueba a practicarlo. Busca esta semana una cafetería cerca del trabajo o de casa, aprovecha ese viaje en tren o en avión, esa espera inesperada, deja fluir y relajar tu mente. Te sorprenderán los resultados.